lunes, 17 de mayo de 2010

VIVE Y DEJA MORIR

Tantos rencores que matar.
Tanto pasado por pintar.
Tantas heridas por desinfectar.
Tantos recuerdos que liberar.
Tanto dolor por sanar.
Tantas lágrimas que faltan tragar.
Frialdad por odio. La más miserable anestesia del cobarde que seguirá mordiendo la cola de su desdicha.

De aquel, infeliz, que sólo sabe renegar de los demás, porque en el fondo de su podrido corazón reniega de sí mismo.

Aquellos, pobres de autoestima, que creen que con una camisa fina y mucho gel en el cabello podrán comprar el amor propio.

Aquella, individua del montón, que olvidó la palabra ridícula entre sus 'sesiones de fotos'.

Tú, "poeta" de balcón, no entiendes que tu burbuja de versos tontos no te excluirá del perro hambriento llamado realidad.

Deja el grito. No conseguirás miradas de compasión entre ese sucio traje gris. Deja de mirar el mar, no se ha hecho a tu medida. Entierra la amargura debajo de esa piedra eterna. Baila al ritmo de los dedos que golpean tu frente. Vive y deja morir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Aquel infeliz se habrá dado cuenta que todo eso es para el?

Carmen Jones dijo...

Repito por enésima vez. Yo no escrito para NADIE. Escribo para mí misma.

andrés dijo...

Me gustó mucho, es como renegar de lo cotidiano, de lo simple de lo suelto, de las barajas contadas... Te diriá más cosas pero sé que me comprendes

Un abrazo!


andrés