sábado, 3 de enero de 2009

COMPRENDÍ


Comprendí que; nunca fuimos nada. Que; en realidad, nunca estuvimos. Que aquellos planes con fecha, eran sólo un chiste de mal gusto. Una promesa oxidada. Un beso con ojos abiertos (Los que me sueles dar cuando "hacemos el amor").

Como cuando rogué que respondieras: ¿Estamos?, ¿Somos algo?, ¿Alguna vez fuimos algo?.
Era como preguntar: ¿Me quieres?, ¿Me quisiste?, ?Alguna vez me quisiste?.
Ni una puta respuesta, ni por equivocación. Ni por lástima. Ni por consideración.
Me largas, me voy. Me llamas, regreso. Me largas, me voy. Me llamas y vuelvo a regresar.
Te vas, yo espero. Llegas, te alcanzo. Estás triste, te consuelo.
Soy tu juguete. Me quitas las baterias y funciono cuando tú tienes ganar de jugar.

Y la imbécil sigue aquí, esperando por ti.