viernes, 14 de mayo de 2010

Y, entonces...


cuando se cree haber olvidado, un solo recuerdo te tira al piso.

Y, ¿Entonces qué?, ¿Voy a buscar lo que ya no existe?... si alguna vez existió... ¿Vuelvo al lugar de la 'promesa' a buscarte para una nueva fecha?, ¿Una que sí puedas cumplir?.

Ambos prometimos, mientras cantábamos esa maldita canción cursi, amarnos hasta el final, y largarnos para siempre si alguna vez se muere el amor. Sí, esa maldita canción que cantamos juntos en las escaleras, cuando tus ojos aún me miraban, cuando tu sonrisa era lo único que quería ver hasta el final de mis días, cuando aún tú me despertabas y me dormías... Cuando era "Yo o ninguna".

Sabía, siempre supe, que uno de los dos tenía que perder. Esta vez fui yo... A mi me tocó perder. Lo acepté con 20 cuchillos clavados en la espalda, pero lo acepté.

Qué rápido pueden cambiar los sentimientos, pero qué difícil es que vuelva a la normalidad... Más difícil aún tratar de reemplazarte. Eso, maldita sea, te hace único, y te seguirá haciendo único hasta cuando venga la persona que pueda quitarte el trono. Ese jodido trono que te has llevado sin preguntarme.

No diré más. Me largué de tu vida, es verdad...pero jamás sabrás cuánto aún te sigo extrañando. Jamás. Lo seguiré gritando y escribiendo en silencio, pero tú jamás lo sabrás.

miércoles, 12 de mayo de 2010

No olvidar...

descartar completamente de mi lista de "probabilidades" a alguien que trate de 'enamorarme' de una manera tan estúpida:

Efer... cultiva en mi pecho tus flores dice:
*ros, voi a llevar mi cel al doc.
*cuidate.

My Michelle dice:
* AL DOCTOR? JAJAJAJA
*ok
*nos vemos
*suerte

Efer... cultiva en mi pecho tus flores dice:
*na, una cosita mas, se q ia lo sabes, pero, sigo pensando q eres la chica más linda del mundo.

My Michelle dice:
*jajajajajaja
*gracias
*tu y tus floros BARATOS ¬¬

Efer... cultiva en mi pecho tus flores dice:
*del 87 no¿
*sin duda la mejor cosecha :D

My Michelle dice:
*uhm?
*mi año? si por que? q tiene?

Efer... cultiva en mi pecho tus flores dice:
*para q te voi a meter un floro super rarazo,

My Michelle dice:
*¬¬

Efer... cultiva en mi pecho tus flores dice:
*x msn super monc pue..

My Michelle dice:
*NO TE ENTIENDO !!

Efer... cultiva en mi pecho tus flores dice:
*que por messenger es supermonce florear
*y encima las 3 de la tarde
*mis neuronas estan en reposo luego de comer
*estan recibiendo sus vitaminas

My Michelle dice:
*ah ya ¬¬

Efer... cultiva en mi pecho tus flores dice:
*si me arreglan el celu, te mensajeo a ti primerito :$
Tres horas después... me mensajeó.

martes, 11 de mayo de 2010

El hombre es uno y ninguno...



El hombres es uno y ninguno.

Carga desde hace años con su rostro pegado al cráneo y su sombra cosida a los pies, y todavía no ha logrado comprender cuál de las dos cosas pesa más. A veces experimenta el impulso irrefrenable de despegárselo, colgarlos en un clavo y quedarse allí, sentado en el suelo, como una marioneta a la cual una mano piadosa a corrado los hilos.

Otras veces el cansancio lo borra todo y le impide darse cuenta de que lo único razonable es abandonarse a una carrera desenfrenada por el camino de la locura. A su alrededor no hay más que un continuo acoso de rostros, sombras y voces, personas que ni siquiera se plantean preguntas y aceptan pasivamente una vida sin respuestas pese al hastío o el dolor del viaje, y que se conforman con enviar alguna postal estúpida de vez en cuando.

Hay música donde él se encuentra ahora, hay cuerpos en movimiento, bocas que sonríen, palabras que se intercambian, y él está entre ellos, uno más para satisfacer la curiosidad de quienes verán como día tras día también esta fotografía se destiñe.

El hombre se apoya contra una columna y piensa que son todos inútiles.

Frente a él, al otro lado del salón, sentadas la una junto a la otra a una mesa cercana a la gran ventana que da al jardín, hay dos personas, un hombre y una mujer.
A la luz difusa, ella es sutil y dulce como la melancolía; tiene el cabello negro y los ojos verdes, tan iluminosos y grandes que se ven claramente pese a la distancia. El joven no tiene ojos más que para ella y su belleza, y le habla al oído, para hacerse oír frente al estrépito de la música. Se cogen de la mano; ella ríe de las palabras de su compañero, echando la cabeza hacia atrás y escondiendo la cara en el hueco del hombro de él.

Hace algún instante ella se ha vuelto, acaso alcanzada de algún modo por la fijeza de la mirada del hombre apoyado contra la columna, buscando el origen de su ligera incomodidad. Los ojos de ambos se han cruzado pero los de ella han pasado, indiferentes, sobre su cara, como sobre el resto del mundo que la rodea. Y ha regalado otra vez el milagro de esos ojos al hombre que la acompaña y le corresponde con la misma mirada, impermeable a todo mensaje externo a la presencia de su amada.

Son jóvenes, hermosos, felices.

El hombre apoyado en una columna piensa que pronto morirán.


(Yo Mato - Giorgio Faletti)