martes, 6 de abril de 2010

ESPERANZA


Algo está volando lentamente, y no se deja atrapar.
Se pierde y se vuelve a encontrar.
Se choca, cae, y se vuelve a levantar.
Gira a lado de su mente y brilla cada vez más.
... Cada vez más.

Es la suerte o simplemente las ganas de querer domar.
Se balancea, pierde el equilibrio, y se endereza al despertar.
Se amarra los zapatos apretándolos al ajuste de su garganta.
Arma el mismo nudo que hay en él.

La espera en el parque de siempre,
con un cigarro en la mano,
y con la paciencia en la otra.
Trata de disimularlo,
pero las chicas de la banca trasera lo intimidan un tanto.

Nombra -una vez más- el tatuaje que se hará,
con las iniciales de su futura hija, "Valeria".
(Qué parte de "Los hijos que nunca tendremos" no entendió?)

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